El Final
La vida misma trae consigo infinidad de experiencias unas buenas y otras malas pero todas nos hacen madurar. Considero que el final ya sea de una relación amorosa, una amistad o la muerte misma son solo el comienzo de una renovación. Paradójicamente para que exista un comienzo debe haber antes un final y este final en ocasiones esta vinculado con diversas emociones y sentimientos, los cuales son difíciles de sobrellevar pero no imposibles.
Alguna vez atendí a un paciente cuyo matrimonio estaba en crisis. Este hombre llevaba 20 años casado pero sentía que se había perdido ya la emoción y el amor de un principio. En terapia se dio cuenta que ya no amaba a su esposa de una manera pasional, no tenían ya comunicación y aunado a esto tenían infinidad de conflictos entre ellos, los cuales desgastaban su relación aun mas. El decidió divorciarse y su esposa firmo el divorcio pero se quedo con mucha amargura, coraje y resentimiento porque no entendía el porque su esposo con quien había compartido tantos años de vida había decido divorciarse de ella e irse con otra mujer. La atendí y en sesión ella pudo percatarse de que su matrimonio carecía de alma desde años atrás, que mas bien era costumbre lo que los unía y que definitivamente su matrimonio ya era una carga imposible de sobrellevar, pues día a día el desgaste emocional era mas profundo. Por ello esta mujer quedo conforme con la decisión que le había costado aceptar en un principio, pero que después de analizarlo era lo mejor que le pudo haber sucedido. Ella tenia la idea de que su esposo podria enamorarse de ella de nuevo y cambiar sus actitudes y esa percepción era la que la tenia aferrada a el sin sentirse plana en su vida matrimonial, pero si con una firme esperanza de que todo lograra ser como en un principio, con una vida llena de amor y detalles, de compartir y plenitud. Pero es bien cierto que nadie puede cambiar al otro, porque el cambiar implica conciencia y voluntad propia. Las cosas del alma requieren muchísima receptividad, ya que el destino es tan sabio que manda señales a la mente humana para que así se logre quitar las vendas tanto de los ojos como de los sentimientos y se tomen decisiones que aunque sean dolorosas son para el propio bienestar.
Nunca hay que ser pasivos ante la vida, por mas difíciles que sean las circunstancias y por mas que lleguen a herir, hay que actuar, por que solo así podremos salir del circulo vicioso de una relación marchita, para poder entonces renovarnos y encontrar en otro camino la felicidad anhelada. El divorcio no significa la terminacion de la vida, significa alejarse, separarse,caminar en distintas direcciones. No es un fracaso, es el termino de un ciclo de una experiencia de vida, es la decisión por convicción de encontrar el amor que todo ser humano necesita en otra ruta, una ruta no mejor ni peor, simplemente diferente.
Los finales son solo ciclos de renovación y cambios. Hay que aceptar el final para poder dar paso a nuevas experiencias de vida. La iniciación depende de una buena muerte del alma. Si nos resistimos al dolor jamás conoceremos la felicidad de encontrar nuevas relaciones que nos nutran. Atiende pues las señales de tu mente y corazón para que logres la estabilidad y la armonía en tu vida.
Psicóloga. Katy Valles
La vida misma trae consigo infinidad de experiencias unas buenas y otras malas pero todas nos hacen madurar. Considero que el final ya sea de una relación amorosa, una amistad o la muerte misma son solo el comienzo de una renovación. Paradójicamente para que exista un comienzo debe haber antes un final y este final en ocasiones esta vinculado con diversas emociones y sentimientos, los cuales son difíciles de sobrellevar pero no imposibles.
Alguna vez atendí a un paciente cuyo matrimonio estaba en crisis. Este hombre llevaba 20 años casado pero sentía que se había perdido ya la emoción y el amor de un principio. En terapia se dio cuenta que ya no amaba a su esposa de una manera pasional, no tenían ya comunicación y aunado a esto tenían infinidad de conflictos entre ellos, los cuales desgastaban su relación aun mas. El decidió divorciarse y su esposa firmo el divorcio pero se quedo con mucha amargura, coraje y resentimiento porque no entendía el porque su esposo con quien había compartido tantos años de vida había decido divorciarse de ella e irse con otra mujer. La atendí y en sesión ella pudo percatarse de que su matrimonio carecía de alma desde años atrás, que mas bien era costumbre lo que los unía y que definitivamente su matrimonio ya era una carga imposible de sobrellevar, pues día a día el desgaste emocional era mas profundo. Por ello esta mujer quedo conforme con la decisión que le había costado aceptar en un principio, pero que después de analizarlo era lo mejor que le pudo haber sucedido. Ella tenia la idea de que su esposo podria enamorarse de ella de nuevo y cambiar sus actitudes y esa percepción era la que la tenia aferrada a el sin sentirse plana en su vida matrimonial, pero si con una firme esperanza de que todo lograra ser como en un principio, con una vida llena de amor y detalles, de compartir y plenitud. Pero es bien cierto que nadie puede cambiar al otro, porque el cambiar implica conciencia y voluntad propia. Las cosas del alma requieren muchísima receptividad, ya que el destino es tan sabio que manda señales a la mente humana para que así se logre quitar las vendas tanto de los ojos como de los sentimientos y se tomen decisiones que aunque sean dolorosas son para el propio bienestar.
Nunca hay que ser pasivos ante la vida, por mas difíciles que sean las circunstancias y por mas que lleguen a herir, hay que actuar, por que solo así podremos salir del circulo vicioso de una relación marchita, para poder entonces renovarnos y encontrar en otro camino la felicidad anhelada. El divorcio no significa la terminacion de la vida, significa alejarse, separarse,caminar en distintas direcciones. No es un fracaso, es el termino de un ciclo de una experiencia de vida, es la decisión por convicción de encontrar el amor que todo ser humano necesita en otra ruta, una ruta no mejor ni peor, simplemente diferente.
Los finales son solo ciclos de renovación y cambios. Hay que aceptar el final para poder dar paso a nuevas experiencias de vida. La iniciación depende de una buena muerte del alma. Si nos resistimos al dolor jamás conoceremos la felicidad de encontrar nuevas relaciones que nos nutran. Atiende pues las señales de tu mente y corazón para que logres la estabilidad y la armonía en tu vida.
Psicóloga. Katy Valles
